Servicio de Implantología
Los implantes son una alternativa muy eficaz y segura para sustituir la falta de dientes, bien sean por ausencia o bien pérdida del diente. Los implantes son como una raíz artificial realizada en titanio biocompatible, en la mayoría de los casos, que se inserta en el hueso mediante una intervención quirúrgica.
Una vez colocado el implante en el hueso comienza un proceso natural de osteointegración que durará unos meses. Cuando este procedimiento se ha completado se coloca un pilar que servirá de unión con la corona protésica. Este nuevo diente se realiza a medida en la consulta del dentista.
Tienes 5 fases que debes pasar, con el que te garantizamos un excelente servicio.
Fase 1
El implantólogo te realizará un estudio previo con el fin de determinar el número de implantes que necesitas y conocer si posees hueso suficiente para la colocación de los mismos.
Fase 2
En caso de no contar con suficiente altura ósea en el maxilar superior el implantólogo (o cirujano maxilofacial) realizará una cirugía denominada elevación de seno maxilar.
Fase 3
Haya sido necesario o no la elevación de seno, los implantes se colocarán en el maxilar o la mandíbula con anestesia local.
Fase 4
Es importante que el implante se una firmemente al hueso, Por este motivo se dejarán pasar unos meses para la colocación de la prótesis sobre implante definitiva, durante este periodo te colocaremos una prótesis provisional que cubrirá la ausencia dental.
Fase 5
Una vez que el implante se haya integrado en el hueso, el doctor te colocará la prótesis definitiva (parte externa visible del diente) que va cementada o atornillada al implante.




Preguntas frecuentes
- Estética: son la solución más estética para reemplazar la pérdida de dientes. Mejorará tu apariencia y tendrás un aspecto más rejuvenecido, ya que la ausencia de piezas dentales origina pérdida ósea, con el consiguiente envejecimiento facial.
- Seguridad: los tratamientos con implantes tienen unas tasas de éxito más elevadas que cualquier otra técnica de restauración dental. Se trata de un tratamiento muy conservador, ya que mantiene intactos el resto de los dientes de la boca. Además, los implantes facilitan la correcta adaptación de las piezas en boca utilizando para ello un material altamente biocompatible, el titanio puro.
- Calidad de vida: incorporan una estabilidad y sensación idéntica a la de los dientes naturales. Podrás sonreír, comer, hablar sin preocupación, sin condiciones, ni molestias, y contar con mucha seguridad, ya que la prótesis no se mueve.
- Salud: la no reposición del diente ausente conlleva unos efectos secundarios como son la inclinación progresiva de los dientes adyacentes y la extrusión del antagonista (diente que se descuelga), lo que complica la posible colocación del implante a futuro, así como la masticación e higiene.
La corona es la pieza dental exterior, realizada a medida, para sustituir el diente perdido. Primero se coloca el implante dentro del hueso, una vez realizado el proceso de osteointegración se coloca una pieza llamada pilar que es la que une el implante y la corona.
La corona se realiza de forma personalizada, se toman medidas del hueco a reemplazar, las tonalidades de color de los dientes originales y un protésico dental realiza la pieza de una forma similar al diente natural. Una vez conseguida, se coloca la corona sobre los implantes dentales.
Tras el estudio previo personalizado y la colocación de hueso (en aquellos casos que sea necesario), la realización de un implante requiere los siguientes pasos:
Colocación del implante: se colocarán los implantes en el maxilar o la mandíbula con anestesia local. También se colocará una prótesis provisional. El postoperatorio durará unas 24 horas.
Fijación: es importante que el implante se una firmemente al hueso, para poder soportar la prótesis y hacer frente a los requerimientos funcionales y estéticos necesarios, como si fuese un diente natural. Por este motivo debemos dejar pasar unos meses para la fijación.
Colocación de la prótesis: una vez que el especialista confirme que el implante se ha integrado en el hueso, se colocará la prótesis definitiva (parte externa visible del diente). Esta irá cementada o atornillada al implante.
El implante dental es colocado por un cirujano maxilofacial que para realizar el procedimiento de una manera eficaz y segura aplicará anestesia local o bien sedación intravenosa. Durante la intervención no vamos a notar ningún dolor. La colocación del implante no necesita mucho tiempo, si se necesita injerto de hueso aumenta el tiempo de realización y pueden aumentar las molestias.
Una vez terminado el procedimiento el cirujano nos dará una serie de pautas a seguir para que el postoperatorio sea lo menos molesto posible, tanto farmacológicas como de estilo de vida. Para que la osteointegración sea efectiva se ha de esperar unos meses, este proceso no es doloroso.
Los implantes dentales son un tratamiento que puede durar muchos años, aunque si no se cuidan correctamente durarán menos de lo previsto. Para mantener los implantes en perfecto estado es necesario tener una correcta higiene dental y acudir a revisiones de forma periódica.
Cada 6 meses es necesario acudir al dentista para que realice revisiones de control y mantenimiento periodontal. Existen diferentes factores de riesgo que favorecen la aparición de inflamaciones o infecciones en la zona del implante. Por ello es necesario mantener una higiene bucodental cuidada -cepillado de dientes y limpieza interdental-. Además, es recomendable dejar de fumar si se tiene como hábito.
Llevar a cabo estas tres sencillas recomendaciones: higiene, revisiones y abandono del tabaco; permitirán que el implante se mantenga en buen estado a largo plazo.
Consumir tabaco antes o después de realizarse un implante no está prohibido pero las personas que consumen tabaco de forma habitual tienen tasas más altas de fracaso del implante.
El tabaco es un factor de riesgo de muchas enfermedades y entre ellas de la periimplantitis. La periimplantitis es la inflamación del tejido que rodea el implante dental y provoca la pérdida del hueso que soporta el mismo. Como consecuencia fumar multiplica el riesgo de fracaso del implante.
Por otro lado, el tabaco está asociado a una menor absorción del calcio. Como consecuencia la estructura ósea de los fumadores es más débil pudiendo afectar al proceso de osteointegración y fracasando el implante.
Los implantes dentales generalmente se realizan en titanio biocompatible aunque existe otro material, igualmente seguro, que también se utiliza para fabricar implantes: el zirconio.
Las propiedades del titanio permiten que su integración con el hueso sea muy eficaz y muy difícil su rechazo. Este proceso se conoce como osteointegración y es altamente biocompatible.
El zirconio es un material cerámico muy resistente y duradero. Se utiliza también para la realización de coronas, puentes y prótesis por su color similar al de las piezas dentales. Este tipo de material evita la formación de placa alrededor disminuyendo la probabilidad de sufrir una enfermedad subgingival.
Cuando el paciente necesita que los dientes a sustituir sean varios adyacentes, en lugar de realizar un procedimiento implantológico unitario, es decir, uno a uno, se diseña una pieza que sustituya a todos al mismo tiempo. Esta pieza se conoce como puente.
Antiguamente, los puentes se sujetaban a los dientes sanos colindantes. Sin embargo, esta técnica terminaba erosionando o estropeando los dientes sanos. Hoy en día se puede colocar dos implantes que fijen el puente sobre la encía y eviten los problemas ocasionados por otras alternativas.
La cirugía realizada para el implante, a pesar de tener carácter ambulatorio, es una cirugía invasiva. El médico establecerá una serie de pautas necesarias para que las molestias sean menores y que la operación se un éxito.
Las principales recomendaciones se basarán en:
Higiene: el mismo día de la intervención no se aconsejan ni los enjuagues bucales, ni cepillar los dientes. Al día siguiente hay que recuperar los hábitos teniendo especial cuidado para no rozar la zona operada.
Sangrado: es normal que la zona intervenida sangre durante el primer e incluso el segundo día. Lo mejor es utilizar gasas que absorban la sangre e ir cambiándolas cada cierto tiempo. La primera noche se recomienda dormir con la cabeza ligeramente más alta que el cuerpo.
Ejercicio físico: durante una semana es mejor que se suspendan las actividades físicas para evitar problemas de sangrado, dolor o inflamación.
Los avances en estética bucodental permiten que el color de los nuevos dientes sea idéntico al color de los dientes naturales. Para establecer el color más adecuado para cada paciente no solo se mide la tonalidad de los dientes sanos, además se contemplan otros factores como: edad, los diferentes tonos de los dientes colindantes y la situación del nuevo diente con respecto al conjunto de la boca.
Con todos estos parámetros se selecciona la tonalidad más adecuada y natural para cada paciente. Los nuevos dientes no podrán diferenciarse de los dientes orginales.
Existen diferentes tipos de implantes adaptados a la necesidades del paciente. Si las piezas a sustituir son varias y se encuentran colindantes, no es necesario cambiar diente a diente. Otras alternativas son tan eficaces como la sustitución unitaria.
Restauración parcial: es llevada a cabo cuando las piezas a cambiar están adyacentes. Se coloca dos o tres implantes que puedan sujetar con firmeza el puente de los dientes correspondientes, 3, 4 o los necesarios.
Restauración total: este tipo de sustitución se realiza si es necesario cambiar el maxilar completo o la mandíbula. Se colocan 6 u 8 implantes y sobre ellos la prótesis dental que se fijará con los tornillos.
Cuando el paciente necesita que se le sustituya una arcada completa, bien el maxilar superior bien la mandíbula (o ambas), se realizan unas prótesis dentales que se colocarán sobre los implantes. Se colocan los implantes, 6 u 8, que fijan las piezas a la encía de manera segura y eficaz. Estas prótesis se suelen realizar en un material cerámico como el zirconio.
Las prótesis removibles, o sobredentaduras, se fijan a los implantes mediante un sistema llamado locator que asegura su fijación. Estas prótesis se pueden quitar para limpiar o dormir y volver a colocar fácilmente. Este tratamiento está recomendado en pacientes con problemas óseos.
Los avances en salud bucodental permiten que se pueda colocar un implante incluso en aquellos pacientes que tienen una zona de la boca con poco hueso. Cuando la zona ósea es insuficiente se puede recurrir a un injerto de hueso.
El injerto se coloca tanto para aumentar la altura del hueso como su ancho. Igualmente, se puede injertar en el maxilar superior como en la mandíbula. Hoy en día, esta técnica sirve para solucionar cualquier problema óseo. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos parámetros del paciente –salud bucodental, si esfumador habitual, etc. para valorar la mejor opción a su problema.